El problema de las escaras resulta sumamente importante ya que se ha comprobado que aumenta la mortalidad, empeora la calidad de vida y alarga la estadía de internación de cualquier paciente hospitalario, aumentando los costos de salud.
Causas y población de riesgo
Por desgracia este problema es demasiado frecuente en personas con movilidad reducida que debido a una falta de sensibilidad o a un deterioro cognitivo no son capaces de notar (o avisar) cuando la piel está empezando a dañarse.
Normalmente suelen añadirse otras causas:
- Dieta inadecuada, puede ser el desencadenante de la mala nutrición de los tejidos convirtiéndolos en frágiles por no recibir los nutrientes necesarios.
- Incontinencia que incrementa el riesgo de sufrir escaras por añadir el componente de la humedad
- Falta de higiene que provoca que el sudor y los restos de orina o excrementos irriten la piel ya débil de los ancianos
Entre las medidas preventivas se encuentran las siguientes:
- Atenuar la presión de las zonas sensibles mediante algún dispositivo como cama de agua, colchón de aire, colchón de espuma, colchón antiescaras, piel de cordero, etc.
- Procurar posiciones adecuadas y cambiarlas frecuentemente.
- Mantener la limpieza y sequedad de la ropa. Higienizar con agua y jabón neutro.
- Nutrición adecuada. Ingesta de un litro y medio como mínimo de agua.